martes, 29 de marzo de 2011

¿QUÉ ES EL PODER DE LA ORACIÓN?

Preparado por:Pastor. Jorge Enrique López.

Respuesta: La idea del poder inherente en la oración es muy popular. De acuerdo a la Biblia,
el poder de la oración es, simplemente, el poder de Dios, quien escucha y responde a nuestras
oraciones. Considere lo siguiente:
1) El Señor Dios Todopoderoso puede todo; no hay nada imposible para Él. (Lucas 1:37).
2) El Señor Dios Todopoderoso invita a su pueblo a hablarle en oración. La oración a Dios
debe ser ofrecida persistentemente (Lucas 18:1), con acción de gracias (Filipenses 4:6), con fe
(Santiago 1:5), dentro de la voluntad de Dios (Mateos 6:10), para la gloria de Dios (Juan
14:13-14), y con un corazón recto delante de Dios (Santiago 5:16).
3) El Señor Dios Todopoderoso escucha las oraciones de sus hijos. Él nos manda a orar, y nos
promete escuchar cuando lo hacemos. “En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios.
El oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos. (Salmo 18:6).
4) El Señor Dios Todopoderoso responde a las oraciones. “Yo te he invocado, por cuanto tú me
oirás, oh Dios; Inclina a mí tu oído, escucha mi palabra.” (Salmo 17:6). “Claman los justos, y
Jehová oye, Y los libra de todas sus angustias.” (Salmo 34:17).
Otra idea popular es que la cantidad de fe que tenemos determina si Dios contesta o no
contesta nuestras oraciones. Sin embargo, el Señor responde a veces a las oraciones a pesar
de nuestra falta de fe. En Hechos 12, la Iglesia ora por la liberación de Pedro de la cárcel (v. 5),
y Dios contesta su oración (v. 7-11). Pedro se acerca al lugar de la reunión de oración y toca la
puerta, pero al principio, los que están orando rehúsan creer que es Pedro en verdad. Ellos
oraron por su libertad, pero fallaron esperar una respuesta a sus oraciones.
El poder de la oración no fluye de nosotros—no son las palabras especiales que decimos o la
manera especial de expresarlas, ni siquiera la frecuencia de ofrecerlas. El poder de la oración
no se basa en la dirección hacia la cual nos inclinamos o en cierta postura del cuerpo. El poder
de la oración no proviene del uso de artefactos o iconos o velas o prendas. El poder de la
oración se basa en Quien escucha y contesta nuestra oración. La oración nos pone en contacto
con el Dios Todopoderoso, y debemos esperar poderosos resultados, si Él escoge conceder
nuestras peticiones o no, si deniega nuestra solicitud, o nos pide que esperemos en Él.
Cualquiera que sea la respuesta a nuestras oraciones, el Dios a quien oramos es la fuente de
todo poder, y Él puede respondernos y lo hará, de acuerdo a su voluntad y horario perfecto.

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